¿Conocéis esta emblemática y sobrecogedora imagen?
En efecto, se trata de la Tierra «saliendo» por el horizonte lunar. Un espectáculo único, nunca visto anteriormente por ojos humanos, que pudieron contemplar y fotografiar los tres tripulantes del épico viaje del Apollo 8 mientras orbitaban alrededor de nuestro satélite, el día de Nochebuena de hace más de 50 años (24 de diciembre de 1968 a las 16:39 UT).
Hace cinco años, para conmemorar el 45 aniversario, la NASA publicó el vídeo de aquí abajo, que os recomiendo que veáis, en el que podréis escuchar a los emocionados astronautas en el momento de descubrir semejante imagen por la ventanilla del CM, y ver cómo y dónde estaba colocada la nave en cada momento, con las conversaciones y las fotografías reales superpuestas en la simulación. A mí personalmente, que tengo especial debilidad por esta misión, me ha emocionado el momento en el que descubren nuestro planeta allí, apareciendo desde detrás de la Luna.
Pues bien, fruto de una casualidad, que en un primer momento pudo haber sido vista como un problema, fueron estos tres hombres de la foto, Frank Frederick Borman (comandante), James Jim Arthur Lovell, Jr. (piloto del CM), y William Alison Anders (piloto del LM y autor de la famosa Earthrise), los que tuvieron la suerte de hacer esa fotografía y de convertirse, por sorpresa, en las primeras personas que vieron y fotografiaron nuestro planeta entero desde el espacio, así como la cara oculta de la Luna, y también fueron los primeros en viajar con un Saturn V, formando parte de la que ha sido definida por algunos como la misión más importante de todo el programa Apollo. Además ostentan el honor de seguir siendo los seres humanos que más lejos de la Tierra han llegado: 377.349 Km.
Todo ello fue posible, curiosamente, gracias a un imprevisto: el LM que tendría que haber llevado originalmente la misión, no iba a estar listo. Este contratiempo, unido a la sospecha de que los rusos planeaban una misión circumlunar en breve, produjo un cambio radical en los objetivos planificados inicialmente para el Apollo 8, transformando lo que habría sido una prueba en órbita terrestre con el LM, en un viaje a nuestro satélite, sin alunizaje, pero completando diez vueltas a su alrededor, durante las cuales se tomaron 700 fotografías de su superficie, facilitando así el camino para posteriores misiones.
El cambio de planes comportó también un cambio de tripulación, siendo finalmente los astronautas ya nombrados los que ocuparon el Apollo 8, ya que Lovell y Borman eran los que más horas de vuelo previas tenían de todos, mientras que los que habrían ido si la misión hubiese seguido su curso previsto –James McDivitt, David Scott y Russell Schweickart-, lo hicieron en el Apollo 9.
A mí me gusta imaginar el revuelo que debió suponer aquel cambio inesperado, que además también conllevó que adelantasen dos meses la fecha de lanzamiento, de manera que el Apollo 8 despegó el 21 de diciembre de 1968, haciendo así más posible que se cumpliese el objetivo marcado por Kennedy de llegar a la Luna antes de finalizar la década de los 60.
El hecho de que la insignia de la misión fuese diseñada en primera instancia por el mismo Jim Lovell, poco después de ser informado de este cambio, me hace pensar en la emoción que debió de sentir ante la noticia…
Sin embargo, a pesar de lo emocionante de la misión, y de todas sus ventajas, había un inconveniente importante que resolver: la única vez que se había probado el Saturn V, en el Apollo 4, la primera fase había tenido problemas con la vibración producida por el propio cohete, y la tercera fase había presentado fallos en el encendido que teóricamente tendría que dar el impulso para llegar a la Luna. Estos dos hechos representaban graves obstáculos, ya que podían provocar que la trayectoria de la nave se desviara, poniendo en riesgo la vida de los astronautas y los objetivos de las misiones. Por este motivo se trabajó intensamente en la resolución de ambas cuestiones hasta tres días antes del lanzamiento, y esta vez la NASA no dio su visto bueno hasta que los ingenieros demostraron que todo estaba resuelto. A pesar de todo ello, los astronautas reconocieron posteriormente que hicieron el viaje sabiendo que tenían un 50% de posibilidades de regresar con vida.
Para paliar todo aquel riesgo, cada vez que se encontraban en un momento crucial de la misión, la tripulación y el control de Tierra dedicaban mucho tiempo a comprobar que todo funcionase correctamente. Por ejemplo, una vez en órbita terrestre, antes de iniciar la «Inyección Translunar» (TLI), invirtieron más de dos horas en comprobar todo el funcionamiento de la nave, que finalmente fue perfecto, llevando a aquellos tres hombres a acercarse a la Luna más que ningún otro ser humano hasta entonces.
El viaje hasta la Luna no estuvo exento de pequeños problemas, anécdotas y momentos memorables, entre los cuales caben destacar los siguientes:
- El síndrome de adaptación espacial que sufrió Borman, con vómitos y diarreas cuyos restos tuvieron que limpiar después entre los tres tripulantes.
- Por si tuviera lugar una pérdida de las comunicaciones con el control de la misión, uno de los astronautas debía encargarse del cálculo manual de la posición y el rumbo de la nave. En este caso el encargado de esta tarea era Lovell, y para poder hacerlo necesitaba tener una buena vista de determinadas estrellas, la Tierra y la Luna, desde una ventana. Esta tarea se vio entorpecida por la presencia de restos de material desprendido durante la separación de la tercera fase del Saturn, que dificultaron la identificación de las estrellas. Curiosamente, en el Apollo 7, los astronautas tuvieron el mismo problema pero debido a la presencia de gotitas procedentes del sistema de desagüe.
- A pesar de que previamente se habían establecido horarios para que la tripulación durmiese por turnos, durante el viaje se comprobó que era muy difícil conciliar el sueño debido a las continuas emisiones de la radio. Esto hizo que dos de ellos tuvieran que tomar pastillas para dormir, y aun así no descansaran bien. Por ejemplo, la primera vez que Lovell consiguió conciliar el sueño durante el viaje fue 32’5 horas después de haber despegado, a lo que hay que sumar las seis horas que ya llevaba despierto previamente; es decir, que estuvo 38’5 horas seguidas sin dormir (¿Cómo podía enterarse de lo que estaba haciendo? O_o ).
- Lovell explicaba en una entrevista de 2008 que en el momento de separarse las fases primera y segunda, debido al movimiento brusco provocado por el impulso necesario para ello, se dio un buen porrazo en la frente contra su propio casco, y pensó «parezco un novato». Pero después, una vez en órbita de la Tierra, cuando cesó el movimiento y el ruido ensordecedor producido por el cohete durante el despegue, vio que sus compañeros tenían también marcas de haber recibido unos buenos golpes como los suyos, y todos ellos se rieron de sí mismos, y se dijeron que en realidad, allí arriba todo el mundo era novato. Vamos, que encima de ir allí jugándose el pellejo, se lo tomaban con humor 😀
- A pesar de su aparente falta de concepto del peligro, o su extraordinaria capacidad para obviarlo, los astronautas describieron posteriormente la inserción en la órbita lunar como los cuatro minutos más largos de su vida. Este era uno de los momentos más críticos de la misión, ya que transcurría mientras estaban sobre la cara oculta de la Luna, desde donde no se podían comunicar con la Tierra. Si no salía correctamente, la nave habría podido perderse en el espacio para siempre y sin remedio.
- Una vez en órbita alrededor de nuestro satélite, los astronautas realizaron dos retransmisiones para TV. En la primera se veía -a duras penas porque la calidad de la imagen era bastante mala- a los tripulantes moviéndose por el interior del CM, y se escuchaban las comunicaciones con el control de Tierra. En la segunda, que coincidió con la Nochebuena del año 1968, Borman, Lovell y Anders enviaron un mensaje de paz para toda la humanidad, y leyeron un pasaje del Génesis mientras se aproximaban al momento de la salida del Sol desde la Luna. Momentos entrañables y emotivos desde el espacio que quedaron registrados para la posteridad y que podéis ver en esta grabación, que dicen que ha sido la de mayor audiencia a nivel mundial hasta el momento, y en la que se ve la superficie lunar a través de la ventanilla del CM.
- Ya de vuelta a la Tierra, tuvo lugar otro de los momentos más peligrosos de toda la misión, provocado porque Lovell borró accidentalmente parte de los datos del ordenador de a bordo, de manera que la máquina creía que la ubicación de la nave era otra distinta a la real. Por este motivo el comandante tuvo que invertir un total de 25 minutos en recalcular manualmente la situación del CM e introducir de nuevo los datos. Este error, sin embargo, le sirvió de entrenamiento para cuando en el Apollo 13 se quedaron sin energía en la nave y tuvieron que realizar todos los cálculos a mano. Pero esa es otra historia que explicaré más adelante 😉
La tripulación del Apollo 8, aquellos tres hombres que tan duramente se entrenaron y se prepararon para ir a estudiar la Luna, a verla con sus propios ojos más cerca de lo que jamás ningún ser humano lo había hecho, acabaron sobrecogidos al contemplar nuestro planeta, nuestro hogar, desde el espacio, percibiendo e intentando transmitir a todas las personas la necesidad de que la humanidad viva en paz. Tal como dijo Anders posteriormente, habían ido a descubrir la Luna y lo que descubrieron fue la Tierra…
Habían llegado muy lejos, pero todavía quedaba mucho por descubrir, empezando por las dos siguientes misiones, que encontrarás en Apollo 9 y Apollo 10: Últimos preparativos.
Si prefieres acceder directamente a algún otro artículo o al Ebook gratuito (última imagen), clica en el enlace de la foto correspondiente 😉
*Nota sobre las imágenes y otros archivos: En el momento de la publicación de este artículo, todas las imágenes que en él aparecen están calificadas por sus fuentes como de Dominio Público para usos no comerciales o políticos. A continuación se citan, por orden de aparición, los autores o fuentes originales para los casos señalados con un asterisco a pie de foto, en los que la fuente indicada no es la original sino el lugar donde encontré la imagen durante la búsqueda de información:
Tripulación del Apollo 8 en el simulador de KSC: By NASA – Great Images in NASA Description, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6449791
Insignia del Apollo 8: By NASA, Jim Lovell – http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/apollo/apollo8/html/s68-51093.htmlThis image is from 8 insignia.jpg here. It was converted to PNG from Image:Apollo-8-patch.jpg by User:Black and White., Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1048573
Tripulación del Apollo 8 en el CM: NASA Goddard Space Flight Center
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